Cuando se padece el duelo por el fallecimiento de un ser querido sufrimos un dolor total. En muchas ocasiones los pacientes explican que tienen diversos tipos de dolor: DOLOR BIOLÓGICO (duele el cuerpo), DOLOR PSICOLÓGICO (duelen las emociones que sentimos de pérdida), DOLOR FAMILIAR y SOCIAL (nos duele el dolor de los otros) y DOLOR ESPIRITUAL (duele el alma). Duele todo y hay que darse tiempo para asimilar esa pérdida. Cuando no sepas qué decir a los familiares es preferible el silencio y dar un abrazo. También es muy útil que le permitas el desahogo emocional y su expresión de sentimientos sean cuales sean incluso la expresión sin sentido. Nunca se ha de generalizar diciendo: “Antes o después nos toca a todos” ya que frases de ese tipo que no ayudan. A veces el silencio es mejor que una frase hueca. Cada duelo se vive de una forma porque cada persona es única y hay que respetar si decide llevar luto o no… Porque cada persona es diferente. Acompañar en el duelo es respetar su proceso y ayudarle a superarlo. Un duelo no superado puede acabar en depresión.