Se necesita gente que además de inteligencia académica tenga inteligencia emocional. Lo primordial sería saber gestionar proyectos, gestionar el tiempo de forma eficaz, trabajar en equipo, negociar y gestionar conflictos, comunicarse bien, liderazgo, creatividad e innovación. Lo resumo en: “Ser, saber estar y saber hacer”.

Primero hemos de ser personas con calidad humana y estar humanizados con el entorno y personas. Luego tenemos que saber estar (actitud) y finalmente saber hacer nuestro trabajo. Unas características sin las otras dejan la mesa incompleta.

La oratoria y el carisma también son dignas de mención. Las palabras son el almacén de la experiencia. La historia vivida por cada ser humano está en su cuerpo, en la mente y en sus palabras. Sentir y experimentar son factores importantes porque sin ellos las palabras resultan vacías.