Las sonrisas abren puertas y desdramatizan muchos problemas. Las personas que sonríen viven más y ejercen cierto carisma ante los demás. Es curioso que en los años 90 las modelos sonreían y hasta bailaban en las pasarelas pero hoy en día es complicado verlas sonreír. Se conecta mucho más con el público cuando se sonríe pero parece ser que hoy en día la moda va por otros caminos. En el siglo XVIII hubo una pintora que revolucionó y escandalizó a todos por hacerse un retrato a sí misma sonriendo… Se la llegó a tachar hasta de extravagante. Hoy en día cada vez más apreciamos las sonrisas y las palabras optimistas y no hirientes que generan felicidad a uno mismo y a los demás.

Vamos a contagiar sonrisas porque el mundo evoluciona cada vez que se valoran las sonrisas, las miradas francas, las palabras positivas y el optimismo pragmático. Se puede sonreír con los ojos y la boca…