Primero hemos de ganarnos su confianza. Le ofreceremos ayuda y lo trataremos como un adulto. Le motivaremos a hacer un cambio en su vida viendo los beneficios de su cambio. Le presentaremos gente que ha luchado mucho para llegar a cumplir sus sueño y le haremos tener metas pequeñas y realistas cada día.
Podemos negociar pero no aceptaremos chantaje. Le recordaremos que estamos a su lado pero que él ha de comprometerse también. No se trata de presionarlo sino de llegar a sus emociones. Lo animaremos a que logre esforzarse en pequeñas cosas como en un deporte. La buena forma física ayuda a neutralizar las tendencias perezosas.
Mejoraremos su autoestima. Le explicaremos la importancia de invertir en una mente lúcida y una autoestima sana.
Haremos reuniones semanales para ir observando cambios, problemas y éxitos. Es aconsejable que se le ayude desde fuera de casa, porque suelen tomarse más en serio a un desconocido y experto que a un familiar.