Nunca temas ser quién eres. Trabaja tus emociones, deja que salgan, no reprimas nada. Enfréntate a tus dragones interiores y no pidas perdón por brillar. No escondas tu luz.

No agaches tu cabeza para que no se te vea. Si eres experto en algo, haz valer a tu trabajo y a ti mismo.

Perdona y suelta el lastre. NO guardes resquemor en tu cuerpo ni en tu mente. Libérate de los rencores. No te arrastres por nadie. Tu dignidad es lo primero.

Aprende a escoger lo más sano para ti. Hazte feliz a ti mismo. No pierdas tu energía en gente que no quiere crecer contigo y nunca olvides tus objetivos por los caprichos de los demás. Sólo nutriéndote a ti mismo puedes ayudar al resto.

Un objetivo tiene sentido si te atrae como un imán. Has de luchar por tus ideales y no arrastrar tu espíritu.

Ejercicio: haz una lista de logros realizados desde tu infancia hasta hoy.