Me parece importante explicar la clasificación de padres que se hace en Sexología con la intención de aclarar y no de ofender. Es una clasificación para dejar claras las consecuencias de cada tipo de actitud.
- Indiferentes: no reprimen, pero usan la táctica del silencio. Están convencidos que cada cual aprende a su manera.
- Moralistas: condicional la cuestión sexual a reglas rígidas y religiosas.
- Intimidadores: profesan ideas de lo pecaminoso, lo demoníaco y lo malsano mediante miedos y reproches a los niños. Esas amenazas en muchas ocasiones provocan problemas sexuales en la edad juvenil y adulta.
- Ridiculizadores: aquellos que bloquean al hijo curioso argumentando que los problemas del sexo son sólo de los adultos. Usan frases como éstas: ”No te toques”, ”Eso no es de tu edad”.
- Entusiastas: se jactan de la precocidad de su hijo en el terreno sexual y creen que porque el hijo lleva un preservativo en la cartera ya está todo resuelto.
- Padres que buscan la ayuda del experto: saben acompañar a los hijos con mucho cariño ante cualquier duda y están abiertos al crecimiento afectivo-sexual de sus hijos de una forma sana. Los padres más involucrados en la vida afectivo-sexual de sus hijos ven el placer como algo positivo, se informan acudiendo a charlas de sexólogos, respetan el desarrollo del niño y sus preguntas, no transmiten temores ni dudas, promueven el respeto y el amor y normalizan actos como la masturbación entendiendo que es un proceso sano y que elimina ansiedades.
Es hora de liberarse de prejuicios y no contaminar a los hijos con sus miedos o fobias. No mezcle religión con sexualidad, no tienen nada que ver. Respete lo diferente y no discrimine. Existe la Declaración Universal de los Derechos Sexuales y es fundamental leerla.