Las excusas no dejan crecer emocionalmente al ser humano. Hay personas que siempre buscan culpables en vez de buscar soluciones.

Ejemplos:

  • “El terapeuta me debe curar, yo soy solo el paciente”
  • “Nadie puede ayudarme a mi edad”
  • “Soy así”
  • “Así han sido siempre las cosas y así seguirán siendo”

Hay que limitar las excusas y ponerse en ACCIÓN para hacer cambios. Si buscamos resultados distintos no hemos de hacer siempre lo mismo. Si pensamos mil excusas nos convertiremos en las excusas que pensamos y dejaremos de la lado la voluntad por cambiar.

La persona se convierte en aquello que piensa la mayor parte del tiempo.

Lo primero que hago en consulta es tranquilizar al paciente y lo siguiente motivarle para el cambio viendo los beneficios que logrará. Tenemos que implicarlo y que asuma la responsabilidad pertinente. Vamos poniendo metas pequeñas y vamos reforzando los éxitos de cada uno.

Ya se sabe: ”Un hombre que camina a grandes zancadas no irá muy lejos”